FOTOS????

Necesitamos madres y padres entusiastas que saquen fotos y despues las pongan en el blog (o las manden para que alguien las ponga). Si tienen Picasa es muy facil.

domingo, 21 de octubre de 2007

Premio de la IRB a un Jugador de San Andres



LA VOLUNTAD COMO BANDERA
Nicolás Pueta, juega al rugby en una pierna. A pesar de su malformación se desempeña como tercera línea en San Andrés. Una historia de actitud y pasión por el rugby.


Nico es un rugbier distinto. Juega con una sola pierna sana. Y para jugar salta. Como si fuera un canguro, se desplaza por la cancha con su fortísima pierna derecha como único modo de locomoción.
«Nací con una malformación congénita», explica con una naturalidad que sorprende. «Tengo una más corta que la otra». Un tema con el fémur, la falta de una parte del cuadriceps, un músculo del glúteo. Lo concreto que su pierna izquierda le llega, a la altura de la rodilla derecha.
Nico recuerda su infancia como una normal. «Hice de todo, y si me faltaba una pierna no importaba porque tenía más fuerza en los brazos. Siempre fui autosuficiente y te diría que no me siento lisiado, ni discapacitado porque puedo hacer de todo. Es más, a lo sumo, aprovecho el tema de la gamba para zafar de pagar en el subte». Y se ríe.
Con ésta onda sobre la vida, era lógico que sus límites no fueran los de un chico con semejantes impedimentos. Nicolás siempre quiso jugar al rugby. «Papá jugaba en Obras y después se pasó a San Andrés (es Director de Deportes del Colegio) y el deporte fue siempre importante en casa. Mamá también es profesora de Educación Física, así que estímulos no faltaban».
El debut está bien presente. «Fueron dos los que tuve en M16: para mi colegio St. Gregory's contra St. Paul's, y para el club contra Liceo Naval». Una vez que había superado esa primera prueba, no hubo forma de frenarlo. Tanto que jugaba para el colegio y para el club (antes del St. Paul's había ido a San Andrés) en una semana de gran actividad física.
El hincha número uno, una vez que se notó que no había grandes riesgos, fue su padre. «Al principio no nos gustaba nada. Porque lesionarse la otra pierna - una distensión, una quebradura - significaba silla de ruedas mientras se recuperara. Pero como siempre, él nos contagió su entusiasmo y eventualmente disfrutamos viéndolo jugar».
Juega en la tercera línea y después de empujar en el scrum («como pilar, no siento ninguna diferencia entre él y cualquier otro tercera línea», cuenta su compañero, Juan Bautista González Saborido) busca la siguiente fase si es cerca de esa formación primaria.
Lo mismo con el line. Tiene buen despegue, es sencillo de levantar y sus manos son buenas en el aire.
Tiene buen tackle - claro que el tackleado tiene que caer en su trampa-, por lo que en el juego corto es un jugador de gran utilidad y suele ser el último en levantarse de un ruck. Una vez que el balón se jugó, se va desplazando con su salto a un lugar en el centro de la cancha, cosa de estar disponible lo más rápido posible.
En una sociedad que discrimina todo el tiempo, la misma actitud de Nico no da lugar a ningún tipo de discriminación. Es más, ni siquiera busca ser ejemplo, pero como buen ejemplo de un rugby que cada vez copia las peores conductas de la sociedad, «una sola vez me putearon. Un rival me dijo «rengo de m... Instantáneamente sus propios compañeros lo retaron. Igual, en cuanto lo tuve servido, lo pisé bien pisado», cuenta.
Si bien nunca usó el deporte como terapia para descargar broncas con sus puños o su actitud, en definitiva, aunque lo haga en una sola pierna, Nico es un rugbier más. Y es esa normalidad la que más quiere él que se destaque.

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